
El clásico Liga-El Nacional siempre se caracterizó por ofrecer al público cotejos jugados con entrega. Pero ayer, el tradicional partido capitalino rebasó las expectativas con cuatro goles, tres lesiones, dos expulsados, un penal polémico y un árbitro, Alfredo Intriago, que se llevó los insultos del respetable.
Entre todo lo que ocurrió en la Casa Blanca, lo más emotivo y trascendental fue la herida del zaguero criollo Bolívar Gómez. El defensa salió con fractura de nariz tras un desafortunado choque con su compañero Cristian Mora, generado por un forcejo con el albo Claudio Bieler. Esto, a los 35 minutos del primer tiempo.
Este hecho (cuyas fotos están en la página 61) trastocó el partido. El DT militar Jorge Célico fue expulsado junto con su asistente, Juan Carlos Burbano de Lara, por reclamos airados, pues Bieler no recibió ni tarjeta amarilla. El preparador físico César Benalcázar se hizo cargo de la zona técnica.
Pero Célico no dio su brazo a torcer. En el descanso, cuando el ambiente en el camerino criollo era de desolación por el accidente de Gómez, el estratega recompuso el ánimo de sus jugadores. Les hizo notar que Liga no jugaba bien.
Sí, Vera se lucía con sus intervenciones para destruir el juego de la visita, pero Patricio Urrutia estaba lento, Diego Calderón destilaba nervios, Joffre Guerrón jugaba como si él solito fuera el equipo y Bieler no mostraba el ‘punch’ que se esperaba de él. Todo era cuestión de presionar a Liga.
Pero era muy temprano para cantar victoria. El Nacional, por intermedio de Carlos Quiñóñez y de Leonardo García, inquietaba a los marcadores albos. Asimismo, Pedro Quiñónez buscaba el gol con disparos de media distancia.
Así, al minuto 31, Pedro Quiñónez cobró un tiro libre a su estilo: un bombazo a ras de piso. El arquero albo José Cevallos aflojó la pelota, que quedó servida para que el ‘Ventarrón’ Quiñónez la metiera al fondo de las mallas. Cevallos reclamó airadamente a sus defensas por dejarlo desprotegido, mientras ‘Ventarrón’ corría hacia la barra militar para luego cuadrarse y hacer el saludo militar.
En la segunda parte, el clásico pasó a ser sumamente emotivo. Primero, Bieler no volvió al campo de juego, pues sufrió un esguince e el tobillo. ¿Justicia divina?
Luego, aunque El Nacional generaba fútbol, Liga volvió a anotar, esta vez por un penal polémico, pitado tras una inexistente falta de Érick de Jesús sobre Guerrón. Eso sí, la jugada previa al penal fue hermosa: una pared entre Guerrón y Manso dejó al ariete en posición de gol. Por eso la duda: ¿por qué el juez Intriago no exhibió la roja a De Jesús por impedir el gol pero sí pitó el penal?
Con nervios templados, Patricio Urrutia cobró y anotó. Era el 2-1. De ahí, pasó de todo con Liga. cuyo plantel exhibió un desgaste físico inesperado, al punto que Luis Bolaños salió con una contractura muscular. Vera, infalible en la primera parte, fallaba cuando tocaba la pelota. Liga se hundía.
El Nacional presionó a fondo y, otra vez, el ‘Ventarrón’ logró el empate, tras recibir el balón en la media luna del área, enganchar, cambiar de perfil y fusilar a Cevallos, ¡en las barbas de los defensas!
Los restantes minutos fueron protagonizados por Intriago, quien repartió rojas a Urrutia (por reclamos excesivos) y William Araujo (falta por detrás).
Así, Liga tendrá cuatro bajas para la siguiente fecha: dos lesionados y dos suspendidos. Muchas bajas para una batalla que pudo terminar en derrota.
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